lunes, 14 de noviembre de 2011

Viaje y primeros días en Sâo Paulo

Aquí comienza el relato de nuestra aventura al otro lado del charco:

El viaje
El pasado Miércoles 9 salimos de Vigo a las 17.35h vía Madrid, tras un pequeño paseo por la T4 y un bocata rápido de jamón ibérico, nos subimos a un Airbus 340 del que pensábamos que no bajaríamos hasta llegar a tierras Paulistas. No fue así, hacíamos parada en Barcelona y nos hicieron dar otro paseo por la terminal y volver a pasar por el detector de metales. Finalmente sobre las doce despegamos y una hora más tarde nos sirvieron la cena: Musaka, una ensaladilla de zanahoria y otra cosa que no conseguimos adivinar, y una tartita con pasas. Íbamos sentados en la última fila del avión y no funcionaban los cascos para escuchar las pelis, a mi no me importó mucho porque tres minutos después de cenar me quedé frita y no me desperté hasta las 9.30h de la mañana hora española, Tanis lo sufrió un poco más porque apenas durmió en el viaje.
Poco antes de aterrizar nos sirvieron el desayuno, un bocata de pavo con queso con un pan malísimo, un yogurt de mora, un mini croissant, zumo y medio Kit Kat. Justo después nos entregaron unos impresos para cubrir necesarios para la entrada en el pais, uno para la declaración de equipaje y otro para identificación de extranjeros.
A las 8.10h hora local (11.10h en España) aterrizamos en el aeropuerto de Garulhos, en Sâo Paulo, nos arrepentimos mucho de no haber hecho el check in online porque no pudimos ver nada desde el avión y nos habían dicho que era bastante espectacular ver la ciudad desde el aire... intentaremos verla cuando nos vayamos.
Ya en suelo Paulista tuvimos que hacer una buena cola para sellar nuestro pasaporte y después de recoger nuestro equipaje estuvimos un rato en el aeropuerto cambiando los euros que llevábamos, intentando llamar a María por teléfono, sacando dinero...
En la puerta del aeropuerto contratamos un taxi para ir a Vila Madalena, el barrio donde vive María, nos costó 124 Reais (Casi 52 Euros) y una horita tranquilamente entre el tráfico, los camiones son bastante curiosos y hay muchísimas furgonetas volkswagen blancas, casi todas las furgonetas de cualquier negocio son así. Ya os pondremos fotos de los vehículos del país...

Llegada a Vila Madalena
Llegamos a casa de María y nos había dejado una nota dándonos la bienvenida, con la clave wi-fi y con todas las indicaciones para estar como en nuestra casa, vive en un segundo en el barrio de Vila Madalena y el apartamento es espectacular, súper bonito, muy bien decorado y con un montón de detallitos muy curiosos.
Una vez instalados bajamos a dar un paseo  dirigiéndonos hacia la torre Tomie Ohtake, que nos llamó la atención desde casa porque el edificio destaca muchísimo. Estuvimos dando unas vueltas por el barrio, ya vimos alguna productora, muchos restaurantes... Es curioso porque la mayoría de los edificios son como casas de dos plantas pero es muy fácil que al lado haya grandes torres. 
Fuimos a comer a un sitio que resultó ser catalán y al acabar entramos en el Tomie Ohtake que tenía una exposición de Chaplin que estaba bien y además era gratis.
Después de una mini siesta bajamos a seguir explorando el barrio, nos tomamos nuestro primer zumo de frutas, en este caso de melón: muito bom!
A las ocho volvimos a casa y estaba María, nos dimos una ducha mientras ella hacía una hora de gimnasia con una entrenadora personal (es justo lo que yo necesito, que me vengan a casa..) Después salimos con ella a cenar a un argentino al lado de casa y comimos una carne muy rica.
Al llegar a casa nos estuvo contando sitios interesantes en la ciudad para poder visitar al día siguiente y fin al primer día. 


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